Por la Dra. Martha Rodríguez
El lagrimeo o epífora es un problema relativamente común y representa uno de los síntomas que más a menudo refieren los pacientes que acuden a una consulta de oftalmología.
La epífora puede ser un problema muy incómodo para el paciente ya que le lleva a estar continuamente secándose las lágrimas para evitar que éstas se derramen por su mejilla, además de provocar visión borrosa. A algunos pacientes esto les resulta embarazoso e incluso rehúyen reuniones sociales por este motivo.
Existen muchas causas de lagrimeo, de ahí que la clave de un tratamiento exitoso se base en una meticulosa exploración inicial por parte de un oftalmólogo especializado en vía lagrimal. Una forma sencilla de entenderlo es clasificar la epífora en aquellas causadas por anomalías en el sistema de drenaje lagrimal y aquellas causadas por un exceso de producción de lágrimas.
CAUSAS DE LAGRIMEO
Los recién nacidos pueden presentar en ocasiones una obstrucción baja del conducto lacrimonasal. Esto suele deberse a una inmadurez del sistema que en la mayoría de casos se soluciona espontáneamente antes del año de edad.
En adultos, la afección más común del sistema lagrimal ocurre a nivel del conducto lacrimonasal, que es el ducto por donde drenan las lágrimas a la nariz. Por causas que se desconocen, el conducto se estrecha con la edad y puede llegar a cerrarse completamente, produciendo además del lagrimeo, que el saco lagrimal sea más propenso a la infección, la cual se denomina dacriocistitis y se caracteriza por dolor, enrojecimiento y en ocasiones absceso en la zona del saco lagrimal. Esta obstrucción es más frecuente observarla en mujeres mayores de 50 años. El tratamiento de esta obstrucción sólo es por medio de cirugía, la cual consiste en crear una nueva vía para las lágrimas que va desde el saco lagrimal hasta la nariz, evitando el conducto lacrimonasal obstruído. Se trata de una cirugía ambulatoria.
Cuando el paciente con lagrimeo presenta una vía lagrimal normal debemos buscar otras causas. Es importante en este caso explorar con detenimiento la superficie ocular, ya que cualquier problema a este nivel ocasiona irritación y de forma refleja un incremento en el lagrimeo. Uno de los problemas más frecuentes de la superficie ocular que puede presentarse como epífora es el ojo seco.
SINDROME DE OJO SECO
El ojo seco es una afección muy común en la que existe un déficit en la producción de lágrimas. Las teorías más actuales sugieren que el ojo seco sería fruto de un proceso inflamatorio de la superficie ocular, que dañaría las glándulas encargadas de secretar la película lagrimal. Aunque suene contradictorio, el ojo seco puede provocar lagrimeo. Cuando la superficie ocular no está adecuadamente protegida por la película lagrimal, se produce una irritación de la misma que provoca una gran incomodidad al paciente y a la vez hace que la glándula lagrimal principal sobreactúe momentáneamente para proteger la superficie ocular. Por lo tanto en muchas ocasiones el paciente refiere estas ráfagas de lagrimeo reflejo como ‘ojo húmedo’ o como epífora que cae por la mejilla.
Se ha observado un incremento de esta enfermedad conocida como síndrome de ojo seco, causada por el uso de computadoras y smartphones, lo que provoca una disminución del parpadeo al fijar la vista en la pantalla por períodos prolongados.
Los síntomas de ese mal son ardor, enrojecimiento, comezón y lagrimeo.
Sin embargo, el síndrome del ojo seco suele darse no sólo por el uso continuo de la computadora, sino por actividades como bordar, leer, etcétera, que requieren una aplicación visual intensa y prolongada.
Es importante destacar que la resequedad producida minimiza la barrera de defensa, lo cual predispone a infecciones, conjuntivitis bacteriana y conjuntivitis por ojo seco.
¿QUÉ DEBO HACER?
Es muy importante un buen descanso, son necesarias ocho horas de sueño nocturno para regenerar la superficie ocular y no desarrollar una conjuntivitis crónica por fatiga del ojo.
Del mismo modo, es necesario que se cuente con una buena iluminación y con períodos de descansos de la vista cuando se trabaja frente al monitor.
Otras medidas útiles:
- No fume
- Evite recibir el humo directo, viento directo y evite el aire acondicionado.
- Reduzca los medicamentos para la alergia y el resfriado que resecan las mucosas.
- Limpie regularmente las pestanas y aplique compresas calientes.
En caso de no presentar mejoría de los síntomas con los cuidados personales al cabo de unos días, debe consultar a un oftalmólogo especialista en vía lagrimal.
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